Objetivo conseguido
“¿Por qué estoy aquí? Lo que
quiero es encontrar esa satisfacción personal de disfrutar con lo que hago, de
trabajar de lo que quiero y de no convertirme en un zombie más que va a
trabajar lamentándose de lo triste que es su vida. Que nadie me prohíba seguir
soñando, ya tendré tiempo de despertarme yo solito.”
Esas fueron las palabras de mi
último post hace apenas 20 días…
Cualquiera diría que sabía lo que se me avecinaba, pero el valor de esa
frase es que entonces no había nada de nada. En las últimas semanas he hablado
de señales, del cuidado que hay que tener con las cosas que uno desea, de esperanza, de sueños… pero la verdad es que jamás imaginé
que en el siguiente post, ese sueño se habría hecho realidad.
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La mitad de los parados cae en depresión |
Da igual que fuera yo el que
decidiera en su día dejar el trabajo, el
mundo del desempleo te acaba absorbiendo y haciéndote creer que no vales para
nada. Pronto olvidas lo que has sido capaz de hacer y te inundan las dudas y
los miedos. El día a día se encarga de demostrarte que las labores de la casa,
por muy bien que las hagas, no te llenan, y pasan de ser una bonita aportación
a una obligación que además, se valora poco o nada. El peso de los cientos de
CV que echas y que no tienen respuesta te hacen cada vez más pequeño. Estudiar
te motiva pero no eternamente, necesitas más. Las entrevistas por teléfono que
no salen como tú querías no hacen más que aumentar tu inseguridad. Las preguntas sobre si estás ya trabajando consiguen ponerte más nervioso. Da igual que
los tuyos te recuerden lo mucho que creen que vales, si tú no lo piensas, o
peor aún, si un empresario (normalmente gilipollas) no lo piensa, no te lo
acabarás creyendo. Es curioso eso de tener trabajo, sigues siendo la misma
persona, sigues sabiendo lo mismo, sigues sintiendo lo mismo por la gente a la
que quieres y ellos siguen queriéndote igual que antes, sin embargo no eres el
mismo… de la noche a la mañana te has convertido en una persona más segura,
más alegre, orgulloso de ti mismo, satisfecho del trabajo bien hecho y de los
sacrificios por los que has pasado, curioso ¿no?. Triste más bien. Sabiendo la
tasa de paro que sufrimos en España no me extraña que la depresión sea la
enfermedad del siglo XXI.
No ha sido fácil. Por mucho que
pueda parecer que estamos viviendo una experiencia mágica (cosa que no deja de
ser verdad), el camino está lleno de dificultades que igual no se ven desde el
otro lado de la pantalla. Algunos de vosotros me habéis dicho que mi blog es
más triste de lo que era antes, supongo que refleja el estado de ánimo de cada
momento.
Ayer me preguntaba una amiga (Isa
“la rondeña”) que de qué había conseguido el trabajo exactamente. Se trata de
una agencia que se encarga de desarrollar exclusivamente campañas de Google
AdWords. Después de explicárselo me salió un “He tenido suerte”. Ella me
respondió “¿Suerte por qué? Te lo has currado…”
Proceso habitual en la búsqueda de empleo
La verdad es que no me esperaba
esa respuesta y me dio que pensar. Estoy acostumbrado a quitarme mérito cuando
cuento mis historias y a recibir respuestas como “qué suerte” o “ufff has
triunfado”. No me gusta la gente arrogante, incluso me molesta la gente que
presume de saber (ese el primer paso de la ignorancia). No será ese mi caso,
pero desde aquí le doy las gracias por esa respuesta. Ha habido gente que por
momentos me ha hecho sentir como que estoy aquí de vacaciones tocándome los
huevos, cómo que no quería dar un palo al agua o que no buscaba trabajo en
serio… hasta se me ha recriminado no buscar trabajo de lo que fuera porque era
complicado conseguir lo que estaba buscando. Me he rayado bastante porque pensaba que me
estaba equivocando, de ahí mi reflexión sobre el cuidado que hay que tener al
recibir o dar consejos. Aunque me cueste, admitiré que me lo he currado; por dejar
mi trabajo, por dejar mi país, por dejar entre lágrimas a los míos en el
aeropuerto, por gastar todos mis ahorros en aprender inglés, por estudiar
AdWords sin tener ni puta idea, por sacrificar mi última semana en Málaga preparando el proyecto y por no perder la fé… pero también considero
que he tenido suerte, esa suerte que siempre hay que tener para estar ahí en el
momento y lugar adecuado. Desde aquí agradezco todo el apoyo recibido y todas
esas muestras de cariño que habéis tenido conmigo en estos últimos días, me he
sentido muy arropado.
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La suerte hay que buscarla... |
Como ya dije en su día, la suerte
también hay que buscarla. Periscopix, la empresa en la que empiezo el lunes,
fue el primer CV que eché allá por el mes Octubre. No obtuve entonces respuesta
y decidí, con la entrada de año, reenviarles un email manifestando de nuevo mi
interés en ellos aunque sin demasiada esperanza logicamente.
En ese momento los astros se alinearon como por arte de magia y Bea llegó a casa diciendo que le acababan de confirmar 4 días libres seguidos, la primera vez en cuatro meses que le daban un fin de semana que, unidos a sus dos días off de la semana siguiente, completaban esos 4. Nos dio por pensar, en un ataque de positivismo, que podía ser una señal y que si yo encontraba curro pronto no íbamos a tener muchas más oportunidades para irnos ¡Teníamos que aprovecharlos! Así fue como en dos días nos organizamos el primer viaje juntos que hemos hecho como pareja con destino Edimburgo. Reservamos en el Hotel de 4 estrellas de su cadena a un precio ridículo, y allá que nos fuimos; comimos como reyes, disfrutamos de las entrañables calles de la capital escocesa y de los espectaculares paisajes, vivimos el ambiente del Lago Ness y sobre todo desconectamos del día a día de Londres. Supongo que más vale una imagen que mil palabras…
Pequeños recuerdos de Edimburgo
Disfrutando de la familia |
Fue en Edimburgo donde recibí la
respuesta por email de Periscopix, invitándome a hacer la primera entrevista
por teléfono la semana siguiente… Allí empezó todo, como si estuviera
predestinado. Sin muchas esperanzas por lo que supone el teléfono, pasé la
entrevista del lunes y me invitaron a una segunda entrevista en persona de la
que salí muy contento. En ella, les comuniqué mi intención de bajar a España
durante una semana por si tenía que cancelar mis planes para así no perder posibilidades en el proceso de
selección. Me dijeron que la última entrevista conllevaba la presentación de un
proyecto que llevaría tiempo hacerse, que podía bajarme sin problemas a España.
Cuál fue mi sorpresa que, una vez en Málaga, recibí otro mail invitándome a esa
última entrevista, el lunes siguiente… Una mezcla de sensaciones se apoderaron
de mí. Podía disfrutar de España y mi gente o podía encerrarme y hacer un
trabajo en condiciones. Con mi familia en Málaga y mi padre y hermana en camino
desde Madrid, me pasé encerrado la mayor parte del tiempo, sintiéndome mal como
es lógico por no poder dedicarles todo el tiempo que me habría gustado. Aún así tuve la posibilidad de disfrutarlos, también pude veros a la mayoría de vosotros. Conseguí recargar pilas para afrontar una nueva etapa... En ese momento no lo sabía , pero hoy ya puedo decir que
el sacrificio ha merecido la pena... hoy puedo escribir, con una sonrisa en la cara que, “Quien no
arriesga, no gana” .
Chop & Jammin Todo un clásico |
Reapareció mi letal cola de vaca. Webobesidad te quiero lorolo! |
Cumple de Arquero |